sábado, 23 de abril de 2011

Fe de errata

Despoetizar

Hace casi un mes hablaba con mi maestro sobre mis intenciones de escribir poemas experimentales. Escribo “experimentales” y me digo des-poe-ti-za-dos y pienso en Agustín Fernández Mallo un tipo que alguna vez vi en la Bienal de literatura Mariano Picón Salas en Mérida, de quien nunca me olvidaré por su cuerpo delgado, su cabello despeinado, la camisa del Chapulín Colorado que tenía puesta y ese aire de “científico loco” que da su apariencia más su título de físico. El día que lo escuché yo estaba más chamo, y todavía veía con cierta distancia e ingenuidad el qué hacer literario, pero aún así recuerdo que muchas de las cosas que dijo me gustaron. Ahora no las recuerdo con claridad ni exactitud, tendría que buscar las notas que tomé para recordarlo bien. Pero, lo que sí es cierto que años después un amigo me llevó el libro Postpoesía fotocopiado a mi casa y me dijo léete esta vaina y repártelo. Cumplí con leerlo, con repartirlo aún no.

Ahora bien, a qué viene todo esto. Es un poco complicado no sentirse atraído por un síntoma de degeneración en el poema bonito, ese poema que es como la casa del ser. Esa palabra honda, reflexiva, profunda, depurada. Pensar que uno tiene el sustento teórico para llegar a una fiesta de gente rica a la que no lo invitaron con un bate, partirlo todo coronarse como rey de la fiesta y ser el dj, eso es divertido. El libro de Fernández Mallo está bien, pero está bien para los españoles, Latinoamérica, Venezuela, no está a falta de esas cosas (y aquí, es donde se empieza a armar la callapa y veo a mis panas caminar contra mí). Nosotros tuvimos el efecto Nicanor Parra con la antipoesía por allá en el 54. La postpoesía es del 2009. Cincuentipico de años, por la bajita. Si me dicen que la postpoesía es rizomática, bien. Pero, ¿Ajam, y qué? Les apuesto lo que sea que mis otros panas blogueros no tienen la idea de lo que es un rizoma ni conocen a Delleuze. Ahora bien, por qué digo todo esto. La respuesta es simple, he notado con preocupación el nacimiento de una pandemia, esto es peor que la gripe porcina en el 2010 y CNN broadcasting live from Atlanta talk, talk, talking about influenza flu. Oh sí.

¿Estás conectado?

Los novísimos poetas venezolanos se dividen en dos grupos: 1) Los que tienen vida online: se mueven dentro del circuito del internet, escriben en blog que suelen ser muy frecuentados, comparten lecturas vía email, conversan vía chat, muchos jamás se han cruzado las manos. 2) Los que tienen una vida dentro de los circuitos literarios: suelen verse en los eventos literarios organizados por cualquier institución, frecuentan los talleres de creación literaria, están trabajando un libro desde hace algún tiempo, guardan la esperanza de una publicación, conocen una que otra persona del medio (algo así vieja escuela).

¿Dónde está el problema? El problema está en el salto de la pantalla de la computadora a la vida real. El problema que estos escritores suelen tener al saltar al mundo real es un terrible contraste con su mundo virtual en el cual la amistad y la cordialidad abunda. La entrada al mundo real para estos escritores puede ser tan traumática que jóvenes autores, como el merideño David Parra, han publicado entradas en su blog tratando el tema. Estos ejemplos nos muestran el fenómeno que tarde o temprano íbamos a ver llegar: ¿Cuál es el espacio de los blogueros?

Recientemente la maracayera Maily Sequera organizó para la semana del Día Mundial de la Poesía (21-26 abril) una serie de recitales 2.0. Estos recitales que incluyeron a poetas en su mayoría blogueros sin publicaciones conocidas, abarcaron las ciudades de Valencia, Barquisimeto, Maracay, Maracaibo, Barinas, Mérida y Caracas. Los recitales consistían en la transmisión online vía tweetcam de la lectura de los poemas del poeta o poetas del programa. Pero luego de haber visto y oído la muestra de poesía uno se pregunta ¿qué hay detrás de todo eso? Quiero ser ingenuo y repetirme mil veces que no hubo una otra intencionalidad que verse la cara y hacer comentarios divertidos. ¿No estaremos ante la afirmación de un espacio por parte de los blogueros? Algo así como este espacio es nuestro, somos una generación 2.0 no entramos en el papel, así que el papel no entra en la web, no en la nuestra. Saber que existe una distinción entre los jóvenes escritores 2.0 y los jóvenes escritores del papel impreso me tiene sin cuidado. Lo que me preocupa es el valor estético de los textos que están siendo creados.

Decirlo todo

Lo que me motivó a escribir esto que en ningún momento pensé que tomaría este tono de disección fue tomar una postura ante el fenómeno. Creo que muchas personas que suelen autodenominarse como “escritores”, “poetas” etc… carecen de un proyecto literario, no tienen proyección, incluso (y ojalá esté equivocado) carecen de lecturas que los orienten en su qué hacer literario. Se suman a una corriente que les llega por otros autores (impresos) del circuito literario regional sin tener en cuenta una reflexión teórica sobre el texto, digamos el objeto que están creando, que para muchos no tiene nombre y con llamarlo “urbano” les basta. Escribir, está de moda. Luis Chataing, Erika de la Vega, Ricardo Montaner, Luis Fernandez tienen libros con varias reediciones. Escribir es bien.

En las I jornadas Internacionales de Literatura Venezolana contemporánea realizadas en la Universidad Simón Bolívar el pasado mes de marzo, hubo dos mesas destinadas a la producción literaria online de Venezuela, no asistí a esas mesas, pero que la academia le llamé la atención el tema, es un guiño.

Si los estudiosos de la literatura venezolana se están tomando en serio al espacio virtual de los escritores venezolanos, sería justo que los mismos escritores del blog se tomen en serio. El poeta Santiago Acosta (poeta impreso) escribía en su blog:

La mayoría de los blogs y revistas digitales que conozco hablan de narradores, poetas y libros. ¿Cuántos hablan de otros blogs?, ¿cuántos se dedican a ordenar y evaluar el contenido de los cientos de blogs literarios dispersos en el hiperespacio? El pequeño pelotón de blogueros y críticos literarios venezolanos 2.0 no presta demasiada atención a lo que debiera ser una de sus principales especialidades: la literatura en Internet.

La pregunta que me surge de todo esto es ¿Están conscientes nuestros noveles autores 2.0 del alcance de sus textos?, ¿Escriben por hobby?, ¿Tienen un filtro para la publicación de sus textos? El principal síntoma de decadencia de la novel literatura bloguera es: decirlo todo. Se nota en la mayoría de los textos poemas con un mote romántico - neovanguardista... Un uso del lenguaje hipercotidiano, muy venezolano, un hibrido del español venezolano pluridialectal (es un tema exquisito para cualquier lingüista), el uso frecuente de palabras que aluden a un tono violento, agresivo, fuerte, descolocado. Algunos textos pueden parecer atractivos, otros son cefalea sin acetominofén. Se nota en la mayoría de los textos un estilo conversacional que hacen recordar a Miyó Vestrini, Willian Osuna y algunos poemas de Hanni Ossot, pero no basta. No basta la lectura de algunos poemas porque se puede confundir el poema con el epistolario. Y disculpen si hago estos pequeños cortes de estilo, que le dan la razón a Fernández Mallo, mejor a Nicanor Parra. Pero, lo que más daño le está haciendo a nuestros jóvenes poetas 2.0 es la falta de crítica. Si no comenzamos a tomarle el pulso a estos chicos que podrían pasar de un momento a otro al mundo impreso, estaremos cayendo en la crítica complaciente aduladora que tanto daño le ha hecho a nuestra literatura. Tomo partido a la hora de salvar el voto por parte de la crítica, pero por parte de los mismo escritores hay por sobre todo un serio problema teórico - estético. Un escritor se forma, un escritor se hace, no nace. Entre sentarse a escribir un poema y darle click al botón de “subir”, y pensar el poema, escribir el poema, trabajar el poema, llevarlo a la imprenta, corregir la edición y el libro hay una distancia que, puede sonar pesado, marca la diferencia.

La poesía cobra

Cuando le dije a mi maestro que estaba escribiendo una poesía despreocupada, aunque eso sí con cuidado en cada verso, cuando le decía que salí de mí para ir a ver otros espacios. Me dijo Pedro cuidado con lo que haces, la poesía cobra. No sé si está de moda escribir a lo antipoético, a lo postpoesía. No sé si es bien, si es mal. Pero, no se puede creer que por nombrar la ciudad en versos, por narrar la caída de un moco, por hablar de los cachos de la novia, los tiros de los barrios se está rompiendo la estructura o se está creando algo nuevo. Yo desde un principio lo supe. La cosa está en el público. ¿A quién se le escribe cuando se es bloguero? ¿Qué escribe el bloguero?

Yo quise decir cosas que no podía decir de otra manera, pero por eso no me creía un poeta de avanzada. Ahora, justo ahora me arrepiento de haber subido a mi blog dos textos que son un desastre verbal “plastilina” y “ciudad”. No digo que no los pensé, pero el poema está en el más allá de las cosas, el lenguaje es la casa del ser. Quiéranlo o no. Y la poesía cobra. Frente al poema no nos podemos engañar. No se puede publicar todo, no se puede decir todo. Eso no es ser poeta, eso es otra cosa. Eso no es un poema y si es antipoesía o postpoesía, entonces no están haciendo nada nuevo.

Anexo los afiches de los recitales 2.0:




3 comentarios:

  1. Yo creo que lo que se llama poesía 2.0 es poesía... sin motes ni calificativos... estoy de acuerdo en que se debe vigilar y criticar la poesía por internet, y la literatura general... y no sólo criticarla, sino promocionarla, promoverla, y si es posible, publicarla en el mundo editorial -que dicho sea de paso, y no se puede negar, en Venezuela es un desastre. Esto lo podemos tomar como ejemplo de la blogosfera literaria española, donde no sólo se apoya y estimula la escritura "virtual" sino que también se publica en físico, en libros. No hay un efecto post-poesía, la poesía sigue siendo la misma desde la vanguardia, y cambia... pero no hay fenómenos nuevos, porque estamos repitiendo lo mismo... Que los académicos le dediquen un guiño a la literatura "virtual" me parece poco... hay escritores que escriben sus cuentos poemas ensayos en sus blogs... ¿Deberíamos críticarlos por ello?... No creo que se deba ser extremista, y considerar lo bueno que tiene la blogosfera venezolana y prestarle más atención... de ahí partirán los futuros escritores... les guste o no a algunos... Es mi opinión... Saludos.

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  2. Eduardo me parece acertada tu posición. Por eso es que invito a que pensemos la poesía 2.0 como algo serio en todos los sentidos. El blog se puede convertir en un instrumento de experimentación, y así lo entiendo. El libro queda como el resultado. Libro objeto = objeto de representación; Blog = instrumento de representación. Representaciones de significaciones que se insertan dentro de un campo simbólico. Las cosas como son.

    Un abrazo.

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  3. Yo he pensado en lo siguiente: si los blogueros, o poetas, o los que escriben poesía por este medio no tienen un aparato teórico estético... entonces, por qué no orientarlos? El escritor se hace, cierto, y el escribir, más que un hoby se convierte en un oficio... y estoy seguro que, aunque mucha de esta gente desconozca quién es delleuze o no sepa lo que es un rizoma (hasta yo mismo soy ignorante de eso)sé que mucha gente ha leído... y mucho... si no no escrbibirían o no adoptarían una forma... un estilo... y a veces es bueno partir de la ignorancia, para darse cuenta luego, de que uno no estaba tan equivocado como pensaba. Aunque se crea que el fenómeno es nuevo... no lo es... sólo hay que estar pendiente de esta movida, así como de muchas otras tanto dentro como fuera de este medio donde ya todo es tan vertiginoso que no nos damos cuenta de las cosas que suceden... Saludos

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